Los Monumentos

El Pabellón Chino

¡Venid a penetrar en los misterios del Pabellón Chino y descubrid todos sus secretos con las magníficas visitas guiadas elaboradas por los guías de la Oficina de Turismo! El Pabellón Chino de esta fábrica del siglo XVIII fue construido en 1785 y declarado monumento histórico en 1975. Ha sido restaurado en dos ocasiones: en el mismo año de su declaración de monumento histórico y en 2008. Solo se puede visitar mediante visitas guiadas para garantizar su conservación.
Situado en el centro del Domaine de Cassan, el Pabellón adornaba el parque del château. La leyenda cuenta que el pintor Fragonard fue el diseñador de los planos del Pabellón y de las pinturas de la rotonda.
Situados en frente de este monumento nos invade un sentimiento de calma, que favorece la meditación y la elevación del espíritu. La originalidad y los encantos que lo rodean hacen de este lugar un remanso de paz lleno de curiosidades. Es el representante típico de los edificios ornamentales de los jardines chino-ingleses, tan populares en esa época. Una auténtica invitación a la serenidad….

La abadía de Notre-Dame du Val

Situada en el territorio de los municipios de Mériel y Villiers-Adam, su construcción comenzó en 1125, es decir, más de un siglo antes que las abadías vecinas de Royaumont y Maubuisson. La iglesia se derrumbó en 1822 y, en 1845, la abadía fue convertida en una cantera de piedra. En la actualidad, aún se pueden visitar varios edificios, uno de los cuales es considerado uno de los dormitorios monásticos medievales más bonitos de Francia. En 1947, el edificio monacal de la abadía de Notre-Dame du Val fue declarado monumento histórico y, en 1965, el resto de los edificios.

Los sitios megalíticos

Aunque en el Val d’Oise tan solo quedan quince tumbas colectivas y ocho menhires por las numerosas destrucciones que han sufrido, estos vestigios del pasado siguen siendo impresionantes. Desde 1800, por lo menos trece dólmenes de corredor y cinco menhires han sido desmantelados o convertidos en adoquines. Los prehistoriadores estiman que el departamento podría haber contado durante el Neolítico final con, por lo menos, 300 estructuras funerarias colectivas. Joyas megalíticas para descubrir: la tumba neolítica Trou aux Morts, en Parmain; el dolmen de corredor, la Pierre Turquaise; el dolmen de corredor de Blanc Val; el cofre megalítico de Bellevue y el dolmen de la Pierre Plate, en Presles.

El puente Cabouillet

El puente Cabouillet, declarado monumento histórico en 1936, fue construido en piedra en 1500, en la época de Antoine de Villiers-Adam, y consta de tres arcos, uno de los cuales no está sobre el agua, ya que en ese lugar se encontraba el puente levadizo. La palabra «cabouillet» proviene del dialecto de Vexin y significa «revolver». Esta expresión hace referencia al gesto de las mujeres, que acompañaban a los pescadores en las embarcaciones y que removían el agua para enturbiarla y desorientar a los peces.

Lavadero municipal de Villiers-Adam

El lavadero comunal fue, sin embargo, el lugar de encuentro de las mujeres del pueblo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se construyó en 1808, el lavadero estaba dominado por un edificio de piedra que se derrumbó. Ha sido renovado varias veces (1860, 1887 y 1921). Hay que decir que el edificio dejó de estar en uso después de la Segunda Guerra Mundial y fue objeto de actos vandálicos. El trabajo de restauración más reciente se inició en 2009 con la participación de diez jóvenes voluntarios de la asociación “Rempart” (Rehabilitación y Mantenimiento de Monumentos del Patrimonio Artístico). Desde entonces, cada verano, trabajan para reemplazar las paredes, el techo y el marco. La asociación “Mémoire d’Avenir” (asociación para la promoción del valle de Chauvry) espera que a largo plazo este lugar, que será gestionado por el Ayuntamiento, pueda acoger a excursionistas, acciones educativas y eventos culturales. (pequeños conciertos, representaciones teatrales).

Fuente abrevadero y lavadero de cascos de Betemont-la-Forêt

En efecto, el pueblo posee una curiosidad, que con el tiempo se ha vuelto bastante rara: un lavadero de cascos de caballos, que permitía a los campesinos no ensuciar los caminos del pueblo durante su regreso de los prados con sus animales. Construida en la primera mitad del siglo XIX, la fuente abrevadero, adornada con una cabeza de león tallada en granito, servía para que los caballos se refrescaran después de un largo camino o del trabajo en los campos. En efecto, desde la Edad Media y hasta 1950, la actividad económica del pueblo estuvo basada principalmente en la agricultura y en la explotación de la madera de castaño (para satisfacer las necesidades de la viticultura). Este lavadero de cascos de caballos de piedra caliza es uno de los últimos ejemplares de este tipo de construcción aún en pie en Île-de-France. El lavadero destaca por la relativa profundidad del vaso por el que se hacía pasar a los caballos.

El Château de Méry-sur-Oise

Este conjunto, de visita más que recomendable, se alza en la orilla izquierda del Oise, en pleno corazón del centro urbano de Méry-sur-Oise.
En 2004, el municipio de Méry compró la propiedad con la ayuda de la Région d’Ile de France, el Departamento del Val d’Oise y la Agence Régionale des Espaces Verts. En la actualidad propiedad de todos los habitantes de Méry, el château acoge eventos culturales organizados por los socios institucionales o por el municipio.

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